No soy el tipo de persona que muere por tener un novio, mucho menos espero tener una relación duradera con alguien. Son cosas que no siento necesarias. El amor me parece una cosa bastante diferente a como lo pintan, no me lo imagino como entrega absoluta, amor incondicional, estar de acuerdo en todo y que todo se arregle con un beso.
Lo único del estereotipo del amor con lo que coincido es que el físico no importa. Y no me limito a "no importa si tengo un novio guapo o feo, el chiste es que lo quiera". Lo veo más como "No me importa si es hombre o mujer, el chiste es que tenga personalidad", a esta idea le llaman pansexualidad, cosa que se parece mucho a la bisexualidad a grandes rasgos, pero definitivamente no es lo mismo.
Empezando por ahí ya me estoy desviando del amor más común, que es el heterosexual.
Vámonos por otro lado que suele ser considerado importante: la fidelidad. Mi personal definición de fidelidad no tiene nada que ver con lo físico, la fidelidad está con la persona a la que quieres. Me explico: Si tuviera un novio, o una pareja estable no me interesa demasiado quien le gusta fisicamente, yo no soy una belleza para exigir que me sean fieles en ese sentido. Me interesa que me quiera a mi.




...

Ser plomo.

Soy más frágil de lo que parece. Soy menos orgullosa. No puedo con el rechazo.
Por fuera parezco metal, me siento fría y dura.
Pero como los metales a altas temperaturas me derrito. Eso no lo había descubierto hasta que te vi. ¡Ilusa de mi!. Poner barreras y más barreras para evitar el contacto humano. Ser plomo. Ser insensible.
Y sales tu de algún sitio y me regresas a mi estado liquido. Tu mirada de 600 grados Kelvin corriendo por las estructuras metálicas que algunas vez fueron venas.
Quizá eres algún tipo de metal con el que puedo reaccionar. Me dejas en calidad de gas noble.
Tungsteno, meitnerio, osmio o tantalio. Ya no sé como llamarte. Como acercarme a ti si no podemos coexistir.